Imagen tomada del blog http://defloresybalas.blogspot.com del poeta Andrés Castillo

Víctor Hugo Bolívar nació en Punto Fijo, estado Falcón el 11 de mayo de 1949. Fue uno de los fundadores del Grupo Kasega y fue el primer Presidente de Ediciones del Cerro, colectivo editorial que ha permanecido durante más de 40 años en la Península de Paraguaná. El premio de Literatura del Municipio Carirubana lleva su nombre. Es autor y coautor de varios libros. Falleció el pasado mes de febrero de 2018 en la ciudad de Punto Fijo.

CARTA A SHARON STONE


En la baja’ita te espero Sharon Stone,
quieras o no, reirás, llorarás, morderás el polvo.
Temblarás cuando te veas sin ropas,
habrá ráfagas de fuego,
será como cruzar el océano en una
balsa rodeado de tiburones,
nacerán soles, lunas, estrellas y qué sé yo.
Me importa un comino que me lleven
al tribunal penal internacional,
sería el primer idiota a quien le
apliquen las leyes,
¿y por qué a mí? Si yo no destruí
las torres gemelas, no ordené la
invasión de Vietnam, ni destruí
Afganistán, tampoco me robé el
petróleo de otros,
no pertenezco a la CIA,
ni al Pentágono.

En la baja’ita te espero
Sharon Stone…


RONDABA MIS SUEÑOS


Nunca pensé que el rostro de ella
sería el tuyo,
tampoco que su olor
sería tu olor.

Ella rondaba en mis sueños
desde siglos anteriores.

Ahora, aquella mujer
posee tu mismo nombre,
tus ojos de vientos,
esa mirada huracanada que emboba,
y al igual que tú también se desnuda.



Y OTROS POEMAS NOVELADOS (Selección)


3

A veces me pregunto
que cómo es ella,
si tendrá la piel suave
como su voz,
si sus ojos son claros
u oscuros,
si sus cabellos son
largos o cortos,
si canta o es sorda
como yo,
si le encanta el llano
o el mar,
si es mística o pecadora
(o un poquito de cada
cosa),
si es alta
o baja,
si tendrá un olor
perfumado,
si le agradará
la música de los Beatles
o de Oscar De León,
si se molestará por mis
necesidades.

Entonces
sueño con conocerla
y otras cosas más…


18

Me encantaron
tus fronteras Norte y Sur,
tus linderos Este y Oeste.

Me fascinaron
la plataforma
y tu mar territorial.

Juro que un día
clavaré la bandera tricolor
y ejerceré mi soberanía sobre tus territorios
(incluyendo las islas y la plataforma submarina).


37

Cuando camines
en la gran ciudad,
recuerda
que en este pueblo
de caracoles y sal,
habita un orate
lleno de amor,
aunque el viento
levante arenas,
marque distancia
o coloque murallas
de piedra en el camino.


46

Yo que siempre he sabido
que el amor no es eterno
(lo aprendí de Hegel y de Marx),
no puedo soportar
que no lo sea
y menos que me lo recuerde.


51

Todo
estaba cuadrado
(configurado).

De pronto
se descuadró,
se destriangulizó,
se descircunferenció,
de desrectangunlizó.

Cosas de geometría
amorosa.


71

La mujer adorable
no adora a los demás,
el tiempo lo consume
en el gimnasio
y otros quehaceres personales
(como ver un álbum de fotografías).

Ella dice que todos los días
son iguales y rutinarios,
ella no distingue
el amor del desamor,
la alegría de la tristeza,
la poesía de la antipoesía.

La mujer adorable
sólo tiene ojos
para mirarse en el espejo.


CONFESIONES DE ÚLTIMA HORA (Selección)


  1

Pertenezco
a la fila de los difuntos.
Ya no abrazo una Thompson,
ni llevo pólvora
en mis alforjas.
No,
ni siquiera grito.
Olvidé al Che Guevara,
al antiguo Manifiesto.
Ahora
Soy uno más de este maldito
Pueblo inofensivo…

  4

Hay nombres de nombres
y nombres que no son nombres.
Los hay anclados en la memoria.
Otros que ni siquiera se recuerdan.
Algunos ocultos en el mar
o detrás de una estrella.
Los hay con rostros tristes.
Tu nombre niña bella.
Ocupará un pedestal.

  8

Cuando llegaron noticias
de tu existencia.
El tiempo,
ese gigante infernal
que marca distancias
infinitas,
era un inmenso muro
colocado en la vía.

Posiblemente
hasta nos cruzamos
en una calle céntrica de Londres,
en una playa dorada de Acapulco,
en los pasillos del Museo de Arte
de alguna capital exótica,
en las Ceremonias de la Catedral
de NOTRE DAME,
en el Salto Ángel
y ni nos enteramos.

Ahora que reparo tu presencia
en el mar azul,
he decidido
escaparme en la intranquilas
olas,
ya que cualquier intento de asalto
resultaría inútil.

  9

Escucho los estertores de la ciudad,
quejidos de niños
y sin inmutarme
me tomo un OLD PARR
con los poetas.

  10

Así descubra
mis pensamientos,
nada cambiará.
Prefiero
caminar con mi silencio.

(Selección Jenifeer Gugliotta y Ennio Tucci)